17 Ene reloj de torre
Solemos denominar reloj de torre al reloj de la Iglesia, al reloj del Ayuntamiento, al situado en una fachada de un edificio publico. Por el lugar que ocupan deberíamos exigir que funcionen correctamente, si un visitante llega a nuestra localidad y observa que el reloj situado en uno de estos estos ámbitos esta parado o fuera de hora, lo primero que pensara es que los responsables no hacen su trabajo, que al consistorio, al párroco o al responsable del edificio no les importa y seguramente tendrán razón y por añadidura tampoco les importara demasiado a los vecinos que no exigen a los responsables su arreglo.
Estamos acostumbrados en nuestro trabajo a oír en muchas ocasiones frases como: desde que lo pusieron nunca ha ido bien; vienen a arreglarlo y al día siguiente esta otra vez mal, como si esto fuera lo normal.
Si nos arreglan la lavadora en nuestro domicilio y al día siguiente no funciona, inmediatamente llamaremos para que vengan a solucionarlo e insistiremos hasta que la avería quede solucionada, pues bien, con lo publico debería ocurrir lo mismo, nos debería preocupar igualmente como ocurre en la mayor parte de Europa, pero no es así y esta forma de no ver lo publico como propio es un mal que acarreamos por regla general todos los españoles y es una de las causas que aprovechan algunos dirigentes para aprovecharse de lo publico ante el desinterés de los ciudadanos.
Debemos insistir a nuestros representantes a que mantengan los equipamientos de nuestra localidad, «nuestros equipamientos», en buen estado, para que exijan y obliguen a los profesionales de cada sector a realizar su trabajo de forma eficaz.
¿Puntualidad y seriedad en el reloj de torre?
No es una cuestión económica lo que diferencia a los relojes que se muestran en ambas fotografías, es una cuestión de responsabilidad social, de interés por las cosas de todos, es nuestro reloj de torre el que no esta cuidado, el que no funciona y nos avergüenza, no es el reloj de la corporación municipal, ellos solo son los encargados de mantenerlo en buen estado, por lo tanto cuando vea el reloj fuera de hora o cualquier otro elemento urbano en mal estado ejerza la obligación que tenemos todos los ciudadanos de comunicarlo a los servicios municipales para que se corrija.
El reloj no solo es un elemento decorativo sino que nos ayuda a organizar nuestro tiempo, nos ayuda a ser puntuales y serios en nuestras citas, creo que merece la pena que lo mantengamos en buenas condiciones para que siga ayudándonos a emplear mejor nuestro tiempo.
¡Ayúdenos a conseguirlo!
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